Evidenciarás que en todo aprendizaje la primera fase es esencial para facilitar el proceso del mismo y no causar frustración al pequeño. Antes, los niños debían iniciar su experiencia de una forma sencilla, repitiendo e identificando símbolos visuales con el sonido que debería emitirse con ellos.
Sin embargo, esto generalmente les traía confusión cuando les pedías que relacionarán la forma vista o leída, con la hablada. Era una constante observación de imágenes y repetir sonidos, que a veces las tomaban como un juego o simplemente les aburría.
Estrategias válidas para la enseñanza de la lectura
Primero podrías emplear formas básicas o simples, luego estas se irían haciendo más complejas según el interés del niño atendido. Por ello, puedes observar que algunos docentes utilizaban tarjetas de doble cara con figuras abstractas (grafías).
En una parte la grafía o escrito y en la otra posterior la imagen que reforzaba la información que quiere que el pequeño aprenda. Esta era una estrategia habitual en la enseñanza de la lectura, casi de manera silábica para hacer que el infante “leyese” cada palabra. Este método era lento,
Aunque no lo parezca, en alguna medida podría ser frustrante para el niño no enlazar la imagen con el sonido. Debido a que no siempre el infante podía descifrar lo que veía en letras e imágenes, con el sonido escuchado. Por lo que se busca una dinámica que le estimule, llamando su atención y la encuentre divertida.
El uso de las tarjetas doble cara y la decodificación de símbolos
De esta manera va transcurriendo la enseñanza y aunque no todas las palabras pueden ser enseñadas con este método, es el que se aplicaba con frecuencia. Los docentes haciendo uso de estas tarjetas a doble clara, inducen al niño a relacionar un dibujo con un fonema.
La imagen es acompañada con una frase sencilla usando el fonema y en la cara posterior se encuentra estampada la grafía que se le relaciona. Hace unos cincuenta años en Inglaterra se intentó desarrollar un método de lectura y escritura basado en la decodificación de símbolos.
Se quería facilitar el proceso para que los niños aprendieran a leer y escribir. Ubicando visiblemente en el área de estudio, tablas con los símbolos, para relacionarlos con las posibles asonancias al pronunciarlos. Los cuales al ser decodificados podían identificar las palabras mediante los sonidos asociados a ella.
Todo el proceso resultó muy confuso y no se pudo implementar en todos los colegios. Debido a su complejidad para que el docente lo explicara y por su gran dificultad para los niños relacionar símbolos con sonidos y palabras.
Un nuevo programa, el “FreshStart”
Está pensado para facilitar el proceso de aprendizaje de la lecto-escritura de los niños. Ha sido ideado por la casa editorial Oxford University Press. Considerando que, en un alto porcentaje de colegios, los niños aprenden a leer una palabra a la vez, se busca una forma de hacerlo menos complejo.
Con esta estrategia de aprendizaje los niños iniciarán conociendo los cuarenta y cuatro fonemas que existen en el idioma inglés. Comenzando con los más sencillos, los cuales están ubicados en la tabla sencilla o básica. La cual es exitosa por contener las grafías indispensables a la hora de leer cada palabra de este nivel.
Al superar este nivel al niño se le presentarán unas nuevas grafías las cuales se les asociará a fonemas que ya sea de su dominio. Por tal motivo, si ya conoce la letra “f” y su correspondiente sonido, puede aprender con mayor facilidad lo que sucede con los caracteres “ff” y “ph”. Encontrándose estas grafías en la denominada “tabla compleja”.
No todas las palabras las puede aprender a leer a través de este método. Debido a esto, los infantes deben aprenderlas por separado, explicándoles que se tratan de excepciones, por tanto, las deben agrupar en las llamadas “palabras rojas”. Encontrándose entre ellas algunas de uso básico en el idioma, como “said” y “what”.
De esta manera, el niño puede ir aprendiendo a leer identificando las letras o grafías con los sonidos que le permitirá entender el fonema que le representa. Poco a poco, irá concatenando cada uno de los fonemas hasta producir los morfemas.
Aprender sin reglas complejas de lectura
En la actualidad una estrategia que permite al niño sentirse identificado con lo que lee, es la sencillez. Haciendo que desde el primer momento se les muestren las palabras acompañadas de la imagen de lo que representa. Si no se le enseñan reglas, no le atan a crear estructuras antes de comprender lo que leen.
Se inicia con contenidos muy simples, el cual pueda el niño pronunciar con monosílabos y luego ir añadiendo palabras más complejas. Sin necesidad de indicarle como sueña cada letra, ni cada sílaba, solo enseñándole el término completo. Esto les brinda mayor confianza para ir leyendo mayor número de palabras.
Cuando ya el niño sea capaz de leer con soltura un número suficiente de palabras, puede incursionar en leer frases sencillas construidas con ellas. Tratando que las mismas formen parte de su lenguaje habitual, permitiéndole la experiencia de descubrir la relación de las palabras escritas y habladas.
De esta manera aprenden a identificar y reconocer frases enteras rápidamente, avanzando cada vez a niveles de lectura más levados. Despertando el interés en conocer nuevas palabras, sobre todo si la oyen y aún no saben escribirla, estimulando su interés hacia nuevos conocimientos.
Es un reto futuro para el niño el tratar de comprender lo que lee a medida que va aprendiendo a descifrar cada grafía. Se lo incentiva con dibujos amenos, acompañados con palabras habituales a su cotidianidad, combinadas con nuevos términos que despierten su interés.
Es recomendable mantener un ambiente armonioso y agradable, con recursos visuales que apoyen cuando el niño inicie la etapa de lectura. Para que el proceso sea edificante, sin causarle trauma o rechazo a la actividad cuando se inserte en el mundo de la lectura y escritura.
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