Irlanda y Gran Bretaña han sostenido unas relaciones difíciles a lo largo de muchos años. Aunque los dominios irlandeses nunca fueron ocupados por los romanos o los anglosajones, sí lo sufrieron por parte de los vikingos. Lo que fomentó con el pasar del tiempo, desacuerdos, intereses particulares, arraigo a creencias religiosas que sin pretenderlo perjudicaban al pueblo por la lucha de poder.
El inicio de todo, diferencias entre católicos y protestantes
La dominación de Inglaterra sobre Irlanda se inicia en el siglo XVI con Enrique VIII, hasta que en 1922 se instituyó como Estado Libre. Desde el siglo XVII, el Rey Jaime II, inglés católico intenta imponerse, lo que lo hace impopular dentro de los habitantes de Inglaterra.
El Rey era católico, lo que en parte generaba un fuerte descontento hacia la monarquía por parte del pueblo. Él, era tolerado solo por la presencia de su hija Mary, que era protestante y seguro le sobrevendría al fallecer. Pero la llegada de un nuevo hijo, que probablemente siguiese la doctrina católica de su padre, hizo acelerar los acontecimientos y Jaime II es derrocado.
El Rey Jaime II se escapó hacia Irlanda y presentó allí la primera rebelión anti-protestante, coincidiendo esto con las nuevas leyes introducidas en el Parlamento de Dublín. Acción que no le benefició y fue derrotado junto al ejército católico irlandés en la Batalla de Boyne, sin lograr expulsar a los protestantes de Irlanda.
¿La aceptación para alcanzar la armonía?
Aunque los irlandeses, para mediados del siglo XVIII, no habían recuperado ni una porción de su territorio, aceptaron de manera pacífica la dominación de los ingleses. Con ello las leyes anticatólicas y el dominio de los protestantes, tal vez esperando una reconciliación de las diferentes razas y creencias.
Se generó una lucha armada en 1798 entre católicos y protestantes, muriendo muchas personas. El gobierno inglés puso fin a la rebelión, pero generó más odio. Se inhabilitó al parlamento irlandés e incorporó a Irlanda al Reino Unido, estableciendo así la creación de un nuevo marco político.
Sin embargo, con estas acciones, no se suavizaron las relaciones entre los habitantes y continuaron los enfrentamientos entre protestantes y católicos. Realmente las creencias religiosas influyeron en el poder político que midió sus fuerzas en los escaños del parlamento, aunque temían ser minoría sin poder de decisión.
Las propuestas, enfrentamientos, acuerdos, desacuerdos, hostilidades se sucedieron sin satisfacer totalmente a cada bando, ni ingleses, ni irlandeses.
- En 1920 se firmó el Acta de Gobierno de la Nación Irlandesa que dividió la isla en dos administraciones políticas, una en el norte y otra en el sur.
- En 1921, con el Tratado Anglo-irlandés, se estableció la división político territorial y de esta manera se creó el Estado Libre Irlandés.
¿Cuándo alcanza la autonomía el Estado Irlandés?
Realmente el Estado Libre Irlandés no alcanzó la soberanía totalmente sino hasta 1949 aproximadamente con su proclamación como República de Irlanda. De lo que se deduce que, por varias décadas siguió en conflictos y desacuerdos con la corona británica, pero con tolerancia diplomática.
Es innegable que la historia y cultura irlandesa se encuentra profundamente vinculada con la británica. Desde los elementos más comunes de la vida cotidiana hasta la afición a los deportes. El arraigo de las creencias religiosas y la fortaleza de sus habitantes para mantenerse unidos. Los ingleses conocen de la cotidianidad de los irlandeses y viceversa.
¿Qué pasa en la actualidad?
Aunque en la actualidad, muchos desconozcan de sus conflictos y querellas, es considerable lo que les ha tocado compartir irlandeses e ingleses para superar tantos enfrentamientos. El ciudadano común del pasado fue quien padeció las diferencias presentadas por los parlamentarios por el poder y las leyes creadas en beneficio del “pueblo”.
Las divisiones y desacuerdos ancestrales han ido perdiendo vigencia, sobre todo en el orden social y económico. Las nuevas generaciones conllevan y se desenvuelven armoniosamente, compartiendo sus actividades, intereses y sueños en el mismo espacio geográfico.
La situación de incomodidad estáquedando para la historia. La isla es un lugar muy pequeño como para revivir viejas concepciones nacionalistas. Las ancestrales querellas podrían propiciar separaciones no solo de grupos afines, sino también de amigos y hasta familias.
En la actualidad se debe considerar sin resquemor que el espíritu de los ingleses e irlandeses están solapados en un mismo espacio geográfico. Por tanto, el respeto, los intereses comunes y los afectos entre todos, deben prevalecer sobre todo los ideales preestablecidos en un pasado remoto.